Rumbos, una palabra basta para almacenar los sueños, caminos
e ideales de una persona. Cada segundo vivido, cada sentimiento desnudado, cada
momento, solo son recuerdos. Uno toma un
rumbo y con ella la cadena de las metas que algún día queremos alcanzar, aun si
se tomen ciertos sacrificios.
Duele,
Duele cada paso que das,
Distante de mis ojos,
Ansiosos al olvido.
Te desvaneces,
De entre mis sueños,
Como por arte de magia,
Te desvaneces y no quiero.
De mi cabeza,
Una hemorragia de recuerdos,
Que se diluyen
A luz de la luna,
Y cerca a un cerezo.
Duele,
Y suspiro,
Como si fuera el último aire,
De el que yo respiro.
Está muy chévere tu blog, me gusta.
ResponderEliminargracias
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