jueves, 5 de septiembre de 2013

El silencio del gallo

El silencio del gallo.
Llevaba tres semanas con el mismo sudor cargado de angustia; a pesar de eso, una ducha sería una pérdida de tiempo para Carnero. Él solo miraba a través de la ventana del departamento 34 de la calle Fortuna        que no le traía nada más que nostalgia.
Maximiliano Carnero venia cada 6 meses al departamento 34; ninguno de los inquilinos del edificio sabe realmente a que se dedicaba. Para ellos, él solo era el excéntrico hombre de la 34 de descuidado aspecto físico que siempre parecía estar calmado.
Sin embargo, todo es diferente. Carnero ya no será parte de esa rutina a la que estaba acostumbrado. Cometió un error y es que en la técnica de la carne uno no puede cometer errores. Maximiliano se alejo de la ventana y se dedicó a ablandar la carne justo como su madre le enseñó días antes de su muerte.
Minutos después, sirenas policiales se escucharon en toda calle Fortuna. Carnero se dio  prisa en lo que hacía y trató de no distraerse; sin embargo, podía escuchar el subir de las escaleras de los efectivos policiales cuyas pisadas sonaban al mismo ritmo que su corazón.
Es entonces cuando la verdad se develó. Un grupo de cuatro policías  tocaron  a la puerta. Toda la atención al amanecer en la calle Fortuna estaba enfocada en el departamento 34. Una muchedumbre alrededor de tal puerta esperando ansiosamente lo que ocultaba Maximiliano Carnero, el hombre que aparece cada medio año. Pero, al abrir la puerta, no encontraron más que el silencio absoluto del cadáver de un hombre adulto vestido completamente de blanco. Fue golpeado con demasiada fuerza, pues llevaba una gran hendidura en la cabeza acompañada de moretones.  La policía no encontró rastro alguno de Carnero. Pero lo que el vecindario estaba seguro, es que Carnero no regresaría en seis meses.


jueves, 7 de febrero de 2013

Si tú te arriesgas

NOTA: De un miedo a otro miedo, de un hombre asustado y contradictoriamente valiente a ti.

Si tú te arriesgas,
Arriésgate conmigo,
Tú ya sabes cómo es esto,

Si recogemos las cenizas,
De tu pasado que encarcela,
tal vez la historia de tu presente,
Y acabar con la rutina,
A la que tú ser acostumbra,
Arriésgate conmigo.

Si las tormentas abatanan,
La proyección sincera del futuro,
Y el pasado carcome,
De a mordiscos,
Cada parte de tu ser,
Arriesgaste conmigo.

Y si llegan las dudas,
Con violenta embestida,
Como la furia de Dios,
Y derrumban la esperanza,
Como si fuera,
Un gran encuentro con la parca.

Déjame con confianza implacable,
Ser la voz de la esperanza,
Que retumbe en tu cabeza,
A pesar de cómo tú crees que seas,
Y sientas que eres la confusa idea,
Déjame con sagacidad,
Arriesgarme.






sábado, 1 de septiembre de 2012

Fluidos.


Mastica el odio y siente
Goma de mascar atrapada
Tu alma es la viscosa
Y tus actos la derramada.

Líquido soluble,
Frio hirviente,
A veces gaseoso,
Y otras elocuentes.

Más abstractas,
Son tus verdades,
Silbidos de paz artificial.



domingo, 29 de abril de 2012

Lluvias Europeas I

Sous le ciel de Paris, escuchar instrumental mientras escribo, es como tocar otras realidades con el carbón.

Moriré en Paris,
Y en ti pensando
En tus tristes ojos,
Y tus dulces labios.

Bajo un cielo de estrellas lleno,
Y tus lagrimosos mirando.

Pequeñas gotas de lluvia,
Se mezclan con tus lágrimas.

Basta sonreír,
Ver que te aqueja,
Complacerte,
Y ahuyentar tus penas.

Que oculta tú oscuro,
Descifrar tus misterios,
Sentirte en cada beso,
Y morir después de aquello.

Hacer el amor,
Bajo la luna de Paris,
Y una que otra historia,
En este mes de Abril.