lunes, 28 de diciembre de 2009

Que mis versos suenen

Apaga las luces de esta habitación,
que quiero solo pensar en ella,
un pensamiento tan limpio y puro,
Como la de un océano al nacer en el mundo.

Su sensualidad sagrada rebota entre mis ideas,
Y yo no puedo esperar ,
La oportunidad de tenerla entre mis brazos,
Como que alguna ves nos amábamos

Apaga las luces de la habitación,
Y ella brillara aun mas,

Y pensar en su piel,
En su calor,
En su sonrisa,
En esas curvas tan bien dibujadas.

Como si el carbón tuviera fragancia,
De rosas por la mañana.

Y las formas de su figura,
Tuviesen los significados menos descifrables.

Brinca mi alma,
De gozo entre la neblina,
Por la lluvia,
Imagen entre invisible transparencia,
Y la sensualidad no se aparta,
De la imagen sellada

Susurros que suenan,
A silbidos suaves,
Del viento que sigue cantando,
A lo lejos de la pradera.

Que dan a conocer el paradero,
De la adictiva llama del mi corazón,
Que crece y crece por su felicidad.

Que caigan ante mi,
Las noches y los días,
En los que ella sonríe y vive la vida.

Que mis palabras queden en la tumba,
Como mi amor en silencio grita,
Y los pájaros por lastima cantan,
Para calmar el dolor que se agranda.

Se que soy egoísta ,

Pero mi corazón no puede soportarlo,
Canto al viento mis lamentos y quejas,
Para que las lleve y resuene por mi oído,
Al que es un mendigo.
Amor mío.

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