miércoles, 1 de diciembre de 2010

Poema I

Esta noche tan oscura las estrellas brillan más que ayer,

Su aroma llega desde un lugar que yo no sé,
Recordándome que la vida pasa.

Y no espera al más inocente o al más vivaz de los seres.

Hoy mis sentimientos y emociones giran en torno a ella,
Aun siento su fría piel rozando a luz del sol con la mía.

Puedo escuchar la dulce sinfonía de los ángeles,
Cruelmente diciendo la verdad que mi alma deja abatida.

La lluvia me relaja, ante la angustia desprendida en mi ser,
Dolorosamente alimentando, mi tristeza abatanada.

Ya no tengo su delicado cuerpo conmigo,
Es el destino, que a lamentos me ha dejado esta noche.

La triste melodía me repite que tendré que amarla,
Que mi voz la busque desesperada, y mi ira acechadores.

Solo pienso si me recordara ante el telón negro,
De mi corazón de abaleo, pliega el destino desecho

Solo tengo ojos para la ilusión de ella,
Tumbado en la acera, tratando de encontrar el despego.

Y así termino los versos, que le recito,
Y así explico, que en el amor, la derrota acepto y que la he perdido.

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